El subsecretario de Tránsito de San Miguel de Tucumán, Enrique Romero realizó fuertes declaraciones sobre las políticas contra las adicciones, en la provincia.
"Jaldo debe dejar de seguir la nefasta política de Alperovich y Manzur en materia de adicciones y generar planes y programas de contención y tratamiento de este flagelo que genera un genocidio silencioso por suicidio de 300 jóvenes por año a consecuencia del paco", dijo el funcionario municipal.
Romero incluso profundizó el dato estadístico. dijo que desde el 2006 existe en Tucumán producción y distribución de Paco, lo que ha generado casi 4.800 suicidios "silenciados y ocultos, por un gobierno insensible".
"Es malo que el Poder Ejecutivo, por falta acción, aparezca avalando las adicciones, poniendo en evidencia a una sociedad colapsada y carcomida por la inseguridad, la corrupción política-judicial, la droga y la desidia. En materia de adicción y narcotráfico, Tucumán solo se diferencia de Rosario por la carencia de puerto, pero avanzó en la venta e instalación de cocinas; hay guerras de bandas, sicarios, y se hizo normal en sepelios de transas y delincuentes el uso de armas de fuego y disparos al aire, ante la atónita mirada del común de la gente", dijo.
Romero enfatizó que el Ejecutivo provincial no entiende que el afianzamiento del narcotráfico constituye un factor de crecimiento de la violencia, fragmentación y degradación vincular en nuestra sociedad.
"Desde hace 18 años que Gobiernan con la misma política y nunca pudieron ni supieron resolver este tsunami de violencia delictiva, inseguridad, adicciones e impunidad que arrasa con la vida y libertad de los tucumanos. Solo desde Enero de 2012 a Diciembre del 2017, la prensa gráfica informó que hubo 826 homicidios y 1.223 heridos por arma blanca y/o de fuego" , dijo.
Asimismo, el funcionario manifestó que el Poder Ejecutivo no entiende que las cocinas de cocaína abrieron en Tucumán las puertas del consumo de Paco (pasta base de cocaína), ya que sin la existencia de estas no existiría el paco que es el residuo de la elaboración de cocaína.
"Alperovich, Manzur y Jaldo son portadores del mismo pensamiento de Marx y creen que el devenir de la humanidad implica una cierta inevitabilidad, sin entender que los individuos importan. Para todo esto, concurren: pobreza, desocupación, falta de política preventiva, capacitación para la policía, impunidad y corrupción política sin precedentes", concluyó.